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Reino Cerrado

Mi cumpleaños del año pasado estuvo caracterizado - sobre todo - por el descubrimiento de gentes que recién se conocían. Despertares de distintas edades confluyeron y estallaron en presencia grata, generando una eclosión de alegría y amor. Sí, hubo engranaje, hubo larga noche de danza, bebidas y chocolates. Después la nada.

En el silencio de los días y de las tardes en que vi morir al sol tantas veces, inicié el proceso de creación que pronto llegará a su fin. Fueron 26 los que nacieron a finales del mes de mayo. Desde entonces y hasta hace pocos días, me dediqué a la ardua, dolorosa y gratificante tarea de corregir y embellecer a estos, mis hijos.

Mientras corregía y embellecía mis poemas, hacía lo mismo conmigo. Mis manos y las de ellos han avanzado en cordial sintonía. Hemos atravesado los mismos procesos, las mismas tierras; nos hemos transformado mezclándonos sin ya ahora saber dónde comienzan mis dedos, dónde comienzan los suyos.

Pronto conoceré la fecha en que estos buenos muchachos recorrerán la ciudad de Lima. Pronto lo sabremos todos y los dejaré partir pues como toda buena madre. Acá el poema que abre.

I.
Otra vez te pierdes en el bosque cuando acaba la noche. Corres y los vientos fúnebres golpean tu rostro. Corres y registras en tu mente palabras no dichas, palabras arrojadas mientras tu escucha solo calla.

Erika Almenara, 22.6.06 09:49

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Y ¿a ti qué te pasó?
observo tus gestos
delíneo en mi aire cada palabra
y el sol
el sol
oh, sí, el buen sol
entrando por la ventana
y yo con noches sin dormir
preguntándome
¿qué te pasó?

Erika Almenara, 20.6.06 13:21

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Construir realidad

Ayer cerré la noche con esta frase. Retuve también hasta dicho momento, las manos de esta mujer ensayando dibujos en el aire, explicándome cómo había yo “construido realidad”. “No es que la realidad haya aparecido frente a sus ojos y usted la haya tomado”, no.

Mi realidad está compuesta de muchas cosas y es una realidad feliz. Fueron cinco puntos los que ella mencionó, cinco puntos que demuestran que mi realidad es una realidad feliz y que además, no he de mencionarlos ahora pues este espacio no es mi diario. Pero sí, reconozco y acepto una realidad feliz.

Hoy se me ocurrió que quería invitar a todos mis lectores a “construir realidad” a dejar atrás cuantos sucesos penosos les hayan ocurrido – sobre todo durante la infancia - aprender a incorporarlos, ya limpios, ya curados, ya entendidos y claro, a productivizarlos.

La mujer, se llama Maritza Figueroa y hoy es su cumpleaños. A Maritza Figueroa le gusta ayudar a los demás y también le gusta cantar. No voy a decir que es mi psicóloga porque es también mi amiga, mi madre y mi "Pai Mei". Maritza me enseñó a matar demonios sin tener que ser una asesina.

Erika Almenara, 14.6.06 10:02

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Duerme a deshoras la sin dientes, descansa impávida a pesar de los quejidos de la danza. Murmullos de antiguos demonios, de antiguos dioses se nombran y desde un juego ella recorre los cerros cuando aún es niña, cuando aún los techos son de barro.

Erika Almenara, 8.6.06 07:46

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Y otra vez siento que me voy
esta vez no sé a dónde
a mi garganta se antepone una prótesis
una prótesis de llanto
porque ya no hay nisiquera eso,
llanto
y lucho
y pateo
y corro
y digo no
pero es inútil
mi escucha no me entiende
mi escucha no me suelta.

Erika Almenara, 5.6.06 18:27

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