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Desencuentros II

Han pasado cinco días desde que X e Y se vieron. Cuando X despertó aún en casa de Y, llamó a un viejo amigo y le dijo: amigo, sácame de aquí. En realidad, aquel no era un simple conocido, aquel era uno de esos revolcones de fin de año prolongado. X le tiene cariño pero sobre todo lo necesita para que le recuerde el tipo de amor que en realidad persigue.

X y el amigo salvador almuerzan juntos, pasan la tarde repasando fotos, durmiendo abrazados y, por la noche, asisten a una sesión de masajes en pareja. X se relaja para volverse a estresar. Piensa en Y. Llama y sugiere un almuerzo el día siguiente pero Y no puede, ha quedado con un amigo aunque promete confirmar.

Y no llama. X se siente triste, escribe. No hace poesía porque con Y la poesía no funciona. Requiere de otras formas. X tiene miedo pero ¿de qué? ¿De renunciar a la curación, de arrancarse la costra y volver a sangrar? X cree que si regresa a aquellos amores, volverá a ser frágil: escribiré mala literatura, dice.

X repasa el pasado y sólo encuentra oscuridad, a la que por supuesto, no pretende volver. Sin embargo, dentro suyo habita una ansiedad que le dice "prueba, prueba a ver cómo sientes ahora". X hace a un lado la voz traviesa, piensa en otras cosas, juega a distraerse. Pero durante las tardes, después del café, X se cuestiona: ¿porqué un punto tiene que convertirse en una sucesión de ellos, por qué un beso no puede ser solo un beso, por qué una caricia tiene que ser todas? Piensa que el escritor tiene razón,X conflictúa la relación.

Erika Almenara, 28.3.07 11:52

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Desencuentros

X no desea a Y que sí desea a X. En el pasado, X deseó y quiso a Y pero Y solía envolverse insaciablemente en otro tipo de amores. X e Y se besaban por las noches, siempre después de extensas tertulias en las que Y tomaba las manos de X, en las que acariciaba y lamía sus dedos repitiéndole que se hacía sentir como el Jazz.

Entonces, adoraban y perseguían a una cantante llamada Diana Krall, suspiraban por Elvis Presley. Y leía los poemas de X cuando nadie más lo había hecho. Y creía en X cuando X no creía en nada, mucho menos en ella misma. Y fue la primera persona a la que X habló sobre un potencial abuso sufrido durante la infancia. Y secó sus lágrimas con besos pequeños, "pequeños y eternos" como solía llamarlos X.

X comenzó a escribir para Y, llevaba un cuadernito azul en el que anotaba versos desesperados luego de haberse enroscado en alguna cama con Y quien tenía la piel muy blanca y un lunar de carne en la hendidura de la cintura.

Y, por aquellas épocas, preparaba perfumes y se dejaba lustrar los zapatos por niños indigentes a quienes entregaba jugosas propinas y deliciosos panecillos. Y hablaba de Nietzsche y de Octavio Paz, adoraba a Janis Joplin y bebía cerveza.

Ahora Y baila en barras y golpea los traseros de sus amigas, ya no habla de Nietzsche ni escucha más a Janis Joplin. Sus gustos por el Jazz han cambiado. Continúa bebiendo cerveza.

X e Y se han encontrado después de varios años. X, sin duda, es ahora una mujer bella que cree en ella más que en ninguna otra persona. Probó y adoptó aquellos amores en los que Y solía revolcarse en el pasado, ahora es X quien se envuelve en ellos insaciablemente. Y la ha contemplado, le ha dicho algo acerca de ese nuevo "look" y ha buscado sus manos. X se las ha entregado, ha permitido besos en los dedos y ella misma los ha dado. Además, ha acariciado dos veces la mejilla de Y cuando Y lloraba. Mientras dormía "sexy", X deseó ver el lunar en la hendidura una vez más. Y pensó que X seguía teniendo la piel suave.

X e Y visitan la misma terapeuta.

Erika Almenara, 10:49

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Metamorfósis

Me pregunto si algún día cesará esta lucha y viviré menos batallas. Por ahora, pienso en los pómulos del rostro, esos que toman formas diversas cuando algún ser humano sonríe. Pienso en la boca, la que se alarga, como las alas de cualquier ángel entorpecido por amor al volar y pienso, también, en los ojos, que se tornan agudamente marrones y divertidos. La nariz que baja la guardia señala los labios, esos a los que se pretende llegar,siempre en silencio.

"Las dos están igualitas, no saben lo que es el afecto", eso dicen.

Erika Almenara, 08:27

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A E.L.S and never more

Some day, when I'm awfully low,
When the world is cold,
I will feel a glow just thinking of you...
And the way you look tonight.

Yes you're lovely, with your smile so warm
And your cheeks so soft,
There is nothing for me but to love you,
And the way you look tonight.

With each word your tenderness grows,
Tearing my fear apart...
And that laugh that wrinkles your nose,
It touches my foolish heart.

Lovely ... Never, ever change.
Keep that breathless charm.
Won't you please arrange it ?
'Cause I love you ... Just the way you look tonight.

Mm, Mm, Mm, Mm,
Just the way you look to-night.

Frank Sinatra
"The way you look tonight"

Erika Almenara, 26.3.07 13:56

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Never more

¿Qué puede ser peor que el silencio muerto de la noche, sin cuculí que me arrulle ni canción que me derribe? La noche, ese portal entre la perversa y la otra, donde me enfrento con la cicatriz que clama por nuevas e inadecuadas burlas, el derroche insensato de palabras derramadas en el aire.

Me resisto y sufro, crezco. Una noche de insomnio es igual al nacimiento de una nueva porción sana, limpieza interna después del terror. Combato contra antiguas presencias y voces que dicen mi nombre y me invitan al deterioro de la carne. Lo rácano del pasado y mis ojos de búho posados en las cortinas de la ventana. La calle está vacía y las únicas pisadas que siento son aquellas que aplastan mi ser. ¿Rezarle a la madre, a Zoroastro o a los amigos? El futuro deseado y lo que ya ha sido limpiado marcan mi pauta. Hoy, otra nueva noche.

Erika Almenara, 19.3.07 11:22

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Redeemed

La oscuridad del vacío interrumpida por una promesa de pie. El conteo de tus pasos, un tictac interno. Música y arrullo. El susurro, la caricia, la antinegación. Sombras desesperadas, figuras en tropiezo, luz que ingresa desde ese pedazo que dejas al descubierto.

El tacto en la comisura, el dedo y el orificio, la saliva, los ojos. En estos paraísos del dolor nos encontramos y la arena del reloj cae hacia el otro costado, tú me acompañas. Mi dedo índice nunca es más útil, tu lengua nunca fue tan sabia, tocas mi boca “como si saliera de tu mano” y somos creación porque nuestro tacto nos precede, este nacimiento contigo.

Erika Almenara, 18.3.07 18:23

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Verde


Tronar los dedos para volver al mar, recorrer días y ser pájaro. Espiar desde el otro lado ese pedazo de felicidad obsequida al que se puede regresar infinitas veces porque es tuyo. No como las olas maleadas, esas que miramos sucederse cual flujo negro y rechazamos. Acá no existe la necesidad del susurro pues somos campo abierto.

Erika Almenara, 17.3.07 20:24

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PIE

Único canto
albor permanente,
inclinación
parca sin suerte

deleite
página en blanco

luz
melodía
pájaro multicolor

número impar
mosqueteros
triángulo,
carabelas de Colón.

Erika Almenara, 19:52

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Time

La falsa calma se detiene
miro el interior
ese horror,
el habitarme

Florece
la humanidad
que rechazo
y el miedo
de perder
se va borrando

La ausencia inevitable del mañana
no ha de tener cauces todavía,
contamos aún cuatro
y hay deseo de amar,
de abrazar lo divino

Las arenas
anuncian compañías gratas
y el siempre buen cariño de siempre
ese que borra la herida psíquica
que dejan los adioses inadecuados.

Erika Almenara, 14.3.07 11:40

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Time

La falsa calma se detiene
miro el interior
ese horror,
el habitarme.

Florece
la humanidad
que rechazo
y el miedo
de perder
se va borrando

La ausencia inevitable del mañana
no ha de tener cauces todavía,
contamos aún cuatro
y hay deseo de amar,
de abrazar lo divino

Las arenas
anuncian compañías gratas
y el siempre buen cariño de siempre
ese que borra la herida psíquica
que dejan los adioses inadecuados.

Erika Almenara, 11:40

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Aunque nadie me ve nunca contigo

Cada mañana la avenida Larco es invadida de peatones, autos y combis que irrumpen la tranquilidad de la madrugada. Llega un nuevo día, los chicos regresan al colegio y el sol, ya no brilla tanto para algunos mortales. FASA abre sus puertas que, por esas horas, no vende medicinas sino gaseosas y galletas, transeúntes que no alcanzan a tomar el desayuno. En medio de ello, yo camino, cartera y lonchera en mano. El casino Mardi Grass me anuncia producción de madrugada con el olor a rosas y cigarrillo que percibo una cuadra antes de pasar por ahí. Por ello, decidí, desde hace algún tiempo, caminar por la acera de enfrente, ahí donde esta ubicado el Cheef' s Cafe. Oscuros colores y cabezas canas, períodicos, tazas de café humeante, jóvenes en blusa blanca y falda negra, sí es verano, aún no toca el pantalón.

La misma mesa de siempre y los ojos de mar en calma. Me siento en pausa. Los siete pasos que dura el encuentro se hacen pesados y mis caderas quieren moverse lento y mi boca estirarse de comisura a comisura. Es él, otra vez. Yo diría que es inglés aunque quizá me equivoque. Nunca fui buena adivinando nacionalidades a lo lejos.

No ha sido uno ni dos ni tres los días en que me cruzo con esos ojos. No. Ya vamos tres meses y siento que cada mañana asisto a una cita que dura siete pasos: alisto mi ropa cada noche pensando que a la mañana siguiente se repetirá el ritual de seguirnos con la mirada, su mirada -porque al final no resistó y giro el rostro- tan intensa pero tímida, tan sutil que quisiera aprender.

Me hablará alguna vez? Serán otros nuestros actos, irán más allá de la mirada, se convertirá esta en contemplación? Sólo él lo sabe.

Erika Almenara, 5.3.07 09:15

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Nos pasan tantas cosas en la vida

Pronto será un mes desde que no escribo en mi blog, he estado ausente de poesía, de eso se trata y de dicha ausencia he llenado papel. Ya estallará. La vida está en movimiento y las volteretas han atado mis manos para hacerme crecer. Mi vista ha ido a dar a nuevos rincones y espacios. Lecturas también, pieles y ojos, trabajo y arenas de Punta Hermoza. Tres nuevos:

IV. Interpelación privada

Entonces me puse de pie,
abrí la libreta
y
anoté Poesía tres veces

pensé,
¿dónde quedo yo,
y las noches que soñé contigo,
que me toqué para ti?

¿adónde van mis frases entre líneas cuando estuve lejos,
dónde quedo yo
que
siempre traigo prisa?


V. Mansedumbre impuesta

Observo faroles,
el color celeste
los ampara

observo su circularidad
que
minutos después,
son tus dedos
los que no puedo acariciar,
porque a mí todavía me falta
y tú
ya tienes demasiado.

XX. Despedidas

Mar de madera,
lágrima cansada
y el horizonte:
vaivenes que operan silenciosos
página no compartida
canto pasajero
que apresura la partida.

Pd: gracias Test.

Erika Almenara, 06:27

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