LGIB

Ya no te espero

Estuvimos a la orilla del mar,
cuando las olas nos adormecían con su canto grato,
cuando no llegaba el crepúsculo,
cuando tomarme las manos, era habitual.

Ahora, yo camino hacia un extremo y tú hacia otro
y qué puedo hacer yo,
¿acaso voltear la cara para saber si aún me miras?

Seguiré el llanto de las gaviotas y no bajaré la mirada,
me iré con ellas,
emularé un grito desde su altura
y seré pez.

Erika Almenara, 12.1.06 05:47

0 comentarios

0 comentarios

Publicar un comentario