LGIB

Me calmo en tu piel cuando convertida en hormiga aventurera me pierdo entre trazos negros, me soportan troncos de raíces contundentes desde donde subo y bajo, desde donde sólo yo sé cogerme. Hay una única risa que me complementa cuando ya no tenemos ojos, cuando cada quien dentro del otro está, porque si hubo algún vacío congénito hoy ya no lo escucho, siempre es ahora el eco de tu risa.

Erika Almenara, 27.3.06 06:38

1 comentarios

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at 10:14 a. m. Blogger Reaño dijo...

hay un cuento escocés.. no sobre una hormiga sino sobre un topo y una ratita que van en pos de aventuras...
y descubren la música.
Me lo hiciste recordar.

 

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