Año nuevo en la playa
Gracias a la buena voluntad de mi amiga Mónica Pizarro, he tenido la suerte de experimentar el recibimiento de un nuevo año en la playa. Punta Hermoza lucía vacía y virginal a las nueve de la noche del sábado 31. Nuestra ubicación era bastante bondadosa pues el departamento en el que aguardábamos, nos permitía expiar al corazón de la playa: el malecón. A eso de las diez y treinta, decenas de adolscentes invadieron las calles, todos provenientes del paradero a donde las "custers" los habían expectorado. Hombres y mujeres -casi niños- en vestimentas veraniegas que dejaban ver, que mostraban, lo reprimido durante un año y que por una sola noche, besaba la libertad. Hombros, piernas y rostros mezclándose frente al mar, una masa que se movía para un mismo lado. Todo esto acompañado del cocktail de músicas (perreo,salsa,metal, para mencionar los más resaltantes) que escapaban de los automóviles de aquellos hombres mayores que bebiendo cerveza abrazaban a sus "hembritas" esperando que sean las doce.Ha sido una noche distinta pero hermoza sobre todo por la calidez de las personas que huyendo de esa maza estuvieron conmigo.
Erika Almenara, 1.1.06 14:16
1 comentarios
- at 2:49 p. m. El Doc dijo...
Siempre el sonido de la destrucción y de la re-creación, el arte del movimiento, el flujo de la libertad y de la juventud corriendo nuevamente en una renovación de todo lo que ha sido... aunque sea por una noche, todo puede estar bien, todo puede ser mejor. ¡Feliz año, niña de azul, y que el espíritu de la noche viva siempre en tus ojos!