Time
La falsa calma se detienemiro el interior
ese horror,
el habitarme.
Florece
la humanidad
que rechazo
y el miedo
de perder
se va borrando
La ausencia inevitable del mañana
no ha de tener cauces todavía,
contamos aún cuatro
y hay deseo de amar,
de abrazar lo divino
Las arenas
anuncian compañías gratas
y el siempre buen cariño de siempre
ese que borra la herida psíquica
que dejan los adioses inadecuados.
Erika Almenara, 14.3.07 11:40
1 comentarios
- at 8:51 p. m. Niki Tito dijo...
Hola Erika
Es un bello poema. Doblemente bello.
Te felicito.