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Panorama

Detrás el mar. En frente, la vía aturdida de combis ruidosas; sobre una de ellas, un hombre de terno azul, pantalón gris y voz temblorosa, intenta seducir a un anciano que le grita bájate, cabro de mierda.

Dentro de la misma combí, una mujer golpea el rostro de su hijo tres veces por haberse ensuciado el uniforme del colegio, el pequeño parece tener unos 7 años, su madre no deja de repetirle ya verás esta noche cuando venga tu padre. El niño, no llora, ajusta el rostro y observa su propio reflejo en la ventana.

En el último de los asientos, una mujer le ruega a su pareja que no se vaya. Aprieta sus manos, estruja sus dedos y amenaza con suicidarse.

Yo, cierro los ojos y de pronto lo entiendo todo.

Erika Almenara, 9.8.06 09:37

2 comentarios

2 comentarios

at 2:06 p. m. Blogger Marea dijo...

Todo lo que pasa en una combi, y nosotros observando.

 
at 5:17 p. m. Blogger Martín Palma Melena dijo...

Con una mirada sensible, se puede captar mucha sabiduría incluso de las situaciones más cotidianas; se puede entenderlo todo. Y es cierto: cuando se cierran los ojos las experiencias se procesan mejor...

 

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