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Humanidad pura

Hay un peso
que
sobre mis hombros
lamenta el pasado errado

soy luna fuera del agua
en busca de alimento,
lanzando anzuelos

jugueteo con el destino
coqueteo
aquí y allá

un cosmos adyacente a mi voluntad
no soy la gestora de ese mañana
que
intentaba reconstruir

soy la pordiosera de esta sensación
agitándome tras los vaivenes de la danza
esta danza que es vida

los ojos del niño perdido
dentro del agua
desnudo
sin saber
que
ese mar era el mundo

rampantes y serenos
transfigurados por la noche
quejidos
indelebles,
mi piel

el regreso hacia el puerto desde el cual marchamos
ignominias pululando por la punta de esta lengua
que es eterna
como el cráter
junto al músculo
ese
que lleva los nombres

Padre,
Oh, Padre misericordioso
y esta daga
y este aliento adolorido de las noches espesando mi nube

laberinto de palabras acostumbradas en el deseo
lo imposible en la cumbre de mis uñas
tanto por alcanzar
y mis pies que se estiran
y no llego
aún no llego.

Erika Almenara, 8.12.06 13:48

1 comentarios

1 comentarios

at 4:45 p. m. Blogger Alanperic dijo...

El optimismo sensorial que no claudica antes de llegar a puerto...buen texto.

 

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