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Previos

Alisto la primera maleta, el miércoles voy a mudarme de casa. Regresaré al antiguo departamento de paredes verdes, aquel en el que conocí la felicidad. Lalo y Mónica han tenido la amabilidad de ofrecerme hospedaje durante estos últimos días en Lima. Será raro volverme a ir justamente desde dicho recinto, como cuando viajé a Cajamarca.

Voy repasando todo lo que aconteció durante aquellos años de compartir el espacio y la vida con la Moni: el primer robo a casa y su posterior celebración con Bruno, Pierre, y Gonza; la primera fiesta con la gente de la Escuela, las madrugadas llenas de amistad y palabra, los almuerzos y cenas a luz de vela, el amor estallando en todas partes,las lecturas en mi balcón azul; en fin, los recuerdos son infinitos como infinito es el mar.

Diez días y se acabó.Mi avión será una metáfora perfecta de lo contingente. Viajaré con grandes lecciones aprendidas, nunca más seré terca y aceptaré que simplemente, en esta vida existen situaciones en las que no nos queda nada por hacer ni decir y también que a veces, no existe aquello de “siempre hay opciones”.

Erika Almenara, 30.7.07 16:23

1 comentarios

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at 1:42 p. m. Blogger El Doc dijo...

Así es como se inician las despedidas, que son a su vez nuevos comienzos. Como salir del mismo depa del que saliste una vez, al que regresas para volver a andar.

Es todo parte de un mismo círculo, ¿ves?

Un beso.

 

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